lunes, 28 de febrero de 2011

El Taxibus... III Parte

Mientras esto pasaba, yo, me puse en pie y eche a correr. Me dispararon varías veces por suerte para mi no llegaron a darme. Me metí en la primera puerta que encontré, tres balas golpearon en la puerta y de milagro no llegaron a alcanzarme. Antes de cerrar la puerta vi que fuera al lado del primer gordo muerto, había un arma. No pensaba ir a por ella hasta que me di cuenta de que me metí en el baño y si no salía de allí me mataría en cualquier retrete en el que intentara esconderme. Ellos iban a entrar cuando salí por la puerta a toda velocidad, los tumbe al empujarlos sin querer con la puerta, ellos tropezaron cayeron al suelo las armas se dispararon solas no me dieron. Me arrastre, ya que yo también caí al suelo y cojí el arma del suelo. Apunte al caramafioso y él me estaba apuntando a mí. Disparé. ¿Qué otra opción me quedaba? Nunca había matado a un hombre y no quería hacerlo pero la situación vino así, recuerdo que para disparar cerré los ojos del miedo que tenía y el disparo sonó sutilmente a Clic entre mis dedos. El mafioso se asusto, pero solo fue un susto, el arma que había cogido estaba descargada, se la tire a la cabeza y callo al suelo. Corrí para esconderme detrás de una mesa de mármol, el taxista se puso de pie, el otro no tardo mucho en ponerse de pie, cargué contra el taxista con la mesa encima, este disparo pero el mármol detuvo las balas. El taxista se ve que tenía que reflejos y no cayo al suelo, pero tumbe, al otro matón que no se lo veía venir, el taxista que estaba de pie me apunto con su arma. Empezó hablar.

- Has matado a mi compañero, a mi amigo, por irte sin pagar de mi maldito taxibus. Solo queríamos darte un susto y has matado a mi compañero, hijo de puta.

Recordé que dijo eso después, en realidad mi mente buscaba una forma de sobrevivir, y vi el arma, las dos armas, la que estaba descargada y la que tenía el mafioso, no sabía reconocer cual era cual, así que cogí las dos y le dispare a la cabeza con ellas.

Descubrí en ese momento lo que siente al matar a un hombre, hoy había escuchado ya muchos disparos, pero el que yo hice me pareció ensordecedor. El cara mafioso y el otro tipo, se pusieron de pie, yo intente correr, ellos disparaban mire mis armas, la que no había disparado tenía el seguro puesto, se lo quité, me di la vuelta y mire a estos dos tíos que había estado disparando dentro del bar mientras yo intentaba huir agachado, en un ataque de ira dispare con las 2 armas sobre sus pecho. El retroceso me hacía sentir que se me desencajaban los hombros. Los mate a tiros y cayeron sobre el sofá en el que cuando llegué estaba sentados. Deje caer las pistolas a suelo. Tenía miedo. Alguien dijo “Una de las balas perdidas de los mafioso me ha alcanzado” tenia un disparo en el abdomen, callo al suelo. Alguien más dijo: “Yo también” y se derrumbo, en 5 segundos, todas las personas del bar estaban muertas de un disparo, menos yo.

Entonces, corrí.

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